lunes, 18 de octubre de 2010

Memorias de un ángel. capitulo vigésimo sexto

Los cuatro siguieron adelante- Lirón se les unió apenas segundos despues de la muerte del primer demonio-. Cuando llegaron a la altura del ascensor se pararon.
- esta bien chicos, solo sabemos que esta en la ultima planta, así que nos dividimos aquí. Nico iras por las escaleras, limpia el paso de todo lo que te encuentres, cualquier problema utiliza el walkie que te he dado, pon el canal nueve. Álvaro tu subiras por el montacargas de servicio, misma consigna, mata todo lo que se te crucce, pero asegurate de que sean demonios.
- ¿Como los identifico?.
- No lo harás , ellos se te lo mostraran, son muy egocéntricos y antes de matarte te diran quien y que son, no te preocupes por ello, si no hacen nada extraño dejalos ir, aunque cuida tu espalda ya que son unas ratas embusteras. Si no es necesario no te transformes.
- Entendido.
- ¿Y yo?.
- ¿Tu?. Tu vendras conmigo, no voy a dejar que la líes tu solito, iras pegado a mi espalda y no te separaras, subiremos por el ascensor.
Nos vemos todos arriba, no arriesguéis, si la situación os supera corred y llamadme.
- No nos superara. ¿Verdad Alvaro?.
- Claro que no, Nico, claro que no.
- Esta bien, conectad los walkies y sintonizar el canal nueve. Nos vemos arriba.
Se separan y cada uno coge su camino que conocen perfectamente debido a los planos del edificio que les facilito la agente Devereux. Todos empiezan a subir pisos.
El primero en encontrar compañia es Álvaro, que encuentra a dos cocineros-van ataviados así- con sendas hachas de cocina en sus manos.
- Buenas noches caballeros, sé que les extrañara mi presencia por aquí, pero soy el agente Álvaro Losada del CNI español-saca su placa de la americana negra-, y estoy en su pais en misión secreta, si son tan amables de deajrme pasar yo...
Sin dejarle que termine la frase uno de los enormes cocineros se abalanza contra el -hacha en mano- intentando seccionar su cuello, dejan claro que hablar es lo ultimo que quieren. En el intento de esquivarlo la semiautomatica sale rodando por el suelo de la cocina. A su vez el segundo individuo que tampoco hace por hablar se abalanza sobre Álvaro que a duras penas desvía con su mano derecha la izquierda del individuo esquivando un golpe mortal al costado. De un poderoso salto hacia atrás Álvaro se aleja lo suficiente de ambos como para poder tenerlos controlados visualmente, aunque por desgracia al saltar de espaldas tropieza contra una de las encimeras cayendo estrepitosamente de lado, pese a que esta lejos del arma-al otro extremo justamente- tiene la fortuna al menos de estar al lado del cajón de los cuchillos cogiendo de entre todos uno considerablemente largo que utiliza para defenderse. Esta vez los dos enormes cocineros se abalanzan a la vez, Álvaro mucho más bajo y ligero esquiva sus pesados golpes sin demasiados problemas contraatacado a demás rapidamente a sus costados con gran virulencia, con rápidos moviemientos apuñala en no menos de tres ocasiones el costado izquierdo de uno de los dos demonios y secciona la columna vertebral del otro hacia la vertebra número doce-dejándolo automaticamente en el suelo sin poder mover sus piernas- pese a ello se sigue arrastrando por el suelo en dirrección a Álvaro.
- ¿Venga solo tenéis eso?.
De repente el que esta en pie abre grotescamente la boca- mucho más de lo físicamente posible, digamos que se desencaja la mandíbula varios centímetros- y de ella sale un poderosa llamarada de fuego azul electrico de la cual a duras penas se cubre Alvaro como puede-que no es mucho, de hecho su americana comienza a arder y se la quita-, teniendo que arrojarla en llamas al suelo de la cocina.
- ¿Que coño eres tú?.
- ¿No te han hablado de nosotros?, que fallo, somos incubos ardientes. somos demonios del fuego. Apuesto a que tampoco sabes ¿Como se nos elimina?.
Tras la última refriega Álvaro no se había percatado-hasta ahora- de que estaba de nuevo en el lado del arma, así que tirandose al suelo velozmente la coge fuerte y le descerraja un aluvión de disparos, destrozandole la cabeza que rapidamente arde en llamas y se consume totalmente.
- Vaya pues parece que se os mata igual que a los otros.
Acercándose al que se arrastra por el suelo y con una pierna en su espalda le dispara a la nuca a quemarropa- De la nuca agujerada de este salen pequeñas llamas azules que consumen los restos de su cráneo destrozado-.
Coge el walkie y aprieta el botón para abrir el canal.
- Jefe.¿Estas ahí?.
- Algo ocupado pero si, estoy aquí.
- ¿Porque no nos has hablado de los incubos ardientes?.
- ¿Te has cruzado con uno?. Eso no lo esperaba.
- Pues me he cargado a dos.
- Bien hecho, no valen nada, solo saben escupir fuego, son unos fanfarrones.
- Sí, de eso ya me había dado cuenta.
- ¿Todo bien por ahí jefe?.
Se escuchan un par de disparos de fondo y a Lirón decir algo.
- Sí, es solo que he dejado a Lirón que se divierta con un grupo de greagarios.
- Nos vemos arriba entonces. Todo segun el plan.
- Todo segun el plan Álvaro.

lunes, 4 de octubre de 2010

Memorias de un ángel. capitulo vigésimo quinto

Tras aceptar por narices el hecho de que Lirón iba a venir-me sorprendió con la facilidad que acepto lo que eran Nico y Álvaro-si o si; dejemos bajo la custodia de la agente Devereux-había algo en ella que no me cuadraba, pero era necesaria en esta ecuación-a las chicas y a Ricky. Tras estar seis siglos sin la mujer que amaba , separarme nuevamente, me resulto algo realmente difícil por no decir casi trágico. Con el armamento preparado nos subimos al aston martin y nos dirigimos al Montibello con la única intención de sacar de allí a Cesar y terminar con todo esto, y de paso averiguar por que querían a Zoe y a Vero.
- Como os he dicho, la munución es de paladio, con una bala de estas en la cabeza podéis matar a la mayor parte de los pequeños demonios y bastardos infernales, para criaturas como cerberos, balrogs o señores del abismo el paladio los puede aturdir, pero solo se les mata cuando su cabeza rueda por el suelo.
- A ver si entiendo, ¿Hay que cortarles las cabeza?.
- Solo a los demonios de alto rango.
- ¿Y como coño sabremos de que rango son?.
- Tienes dos opciones Lirón, o bien le preguntas que tipo de demonio es o bien le metes una bala en la cabeza y si se levanta te jodes y corres porque será un demonio de rango y te dará por el culo.
- Esa especificación es lo suficientemente clara y especifica para mi gusto apestoso.
- ¿Que coño te dije en el aeropuerto de volver a decirme apestoso?- soltandole una enorme y sonora bofetada con el dorso de su mano izquierda-.
- ¡Joder!, tampoco es para tanto, voy a cepillarme bastardos del infierno, uno se pone nervioso.
- Pues no hubieses venido.
- Hablo el perrito. ¿Que harás tú si se levantan despues de meterles un tiro entre ceja y ceja?.
- Les arrancaré la cabeza bien con mis garras o bien de un mordisco. ¿Que te parecen mis opciones, comadreja?.
- "Señor Lirón" para ti chucho.
- Dejadlo ya chicos, no malgastéis las frases buenas ahora dejarlas todas para los demonios.
- ¡Vaya pero si el chupasangres tiene voz!.
Connor giro levemente la mirada , mirándolos de una manera inquisitiva y lo suficientemente fría para que todos supieran que iba en serio.
- ¡Callaos los tres de una puta vez!.
En el camino a Roma dejamos atrás la noche para descubrir un alba increiblemnte rojo, como si se quisiese teñir de sangre, a veces la naturaleza en su capricho parece querer vaticinar los acontecimientos como tratando de advertirnos del peligro que conyeva la muerte y el hecho de jugar con la misma parca.
La distancia era considerable pero ninguno de los cuatro echamos cuentas de cuanto duró el viaje hasta Roma, la distancia entre las afueras de Milán y Roma era considerable, pero el viaje se nos hizo relativamente corto, será porque cada uno estabamos absortos en nuestros pensamientos y divagaciones internas, la misión a la que nos enfrentabamos era confusa, no sabíamos que nos encontrariamos, tal vez diez o tal vez cien demonios, tal vez solo gregarios-no demasiado duros pero si correosos de matar-o quizas demonios de rango,-poderosos y dificiles de dar muerte-. Era una misión, casi una aventura-para Lirón seguro que lo era- casi a ciegas.
Cuando lleguemos a Roma pese a estar ya bien avanzada la mañana esta se veía desierta, había algo raro y extraño en todo ello, casi sórdido. Dejábamos atrás vía tras vía, calle tras calle ni un alma, cuando lleguemos a la puerta del Montibello pudimos dejar el coche en la misma puerta ya que no había nadie, nada, ni coches ni viandantes, no sabiamos que o quien nos encontrariamos dentro.
- ¿ Tenéis las armas verdad?´.
- Sí jefe.
- Sí jefe.
- Si, claro llevo un par de amatralladoras y unos cuantos cargadores.
- Con un sí habría bastado Lirón. Bien pues esconderlas bien, no quiero sorpresas ni civiles heridos, y mucho menos a un carbinieri inútil intentando detenernos por pocesión de armamento pesado.
Entramos todos a la vez, juntos, menos Lirón que prefirió -fiel a su estilo- pasar por la puerta giratoria-. Si alguien me hubiese preguntado a que escena de película se parecía nuestra entrada habría respondido claramente, con gafas de sol y trajes negros- salvo Lirón que iba con un chandal cyan de adidas, con un toque retro y su chupa encima-, a reservoir dog. 
Tras entrar a la izquierda nos recibió un hombre de unos treinta y pocos años, con chaqueta y corbata, era delgado y moreno y nos miro raro. El recepcionista nos miro como queriendo decirnos algo.
- ¿A donde váis ratas, es más a donde váis con un come niñas infecto?.
Nico autoamticamente reconoció la ofensa-los vampiros tenían la mala fama de sentir cierta predilección por la sangre de doncellas jovenes-. El recepcionaista acto seguido y antes de que Nico sacara su magnum trucada de su espalda para asestarle un tiro entre ceja y ceja, salto sobre la recepción y agachandose y encogiéndose como si de un insecto se tratase escupió a nico en la cara. Sin mediar palabra Nico apretó el percutor de su pistola.
- ¡Bastardo del averno!.
El recepcionista cayo de espalda detrás del mostrador, para en un par de segundos recuperarse y ergurise sobre sus pies nuevamente.
- Venga nadie te ha dicho que no me mataras con balas.
- De hecho si que lo han hecho...solo te he disparado por impulso, no era así como pensaba matarte si te soy sincero.
- ¿Y como piensas hacerlo?.
Nico se sube rapidamente de un ágil salto en el mismo mostrador de recepción en el que minutos antes estaba el recepcionista y con sus manos desnudas, pasando sus pulgares bajo el mentón del demonio le arranca de un golpe seco la cabeza, pese a la brutalidad de la mutilación, apenas hay sangre.
- Supuse que si con los demonios de rango funcionaba lo de seccionarles la cabeza tambien lo haria con un insecto como este.
- En el caso de este gragario inmundo sí..pero con los demonios de rango la cabeza solo puede ser seccionada con paladio, en cualquier otro caso solo ganaras tiempo, el que tarde en ponerse de nuevo la cabeza.
- Sigamos con las clases practica jefe.
- Como quieras Nico.
Todos siguen adelante en busca del ascensor, todos menos Lirón que sigue absorto en el cuerpo decapitado del recepcionista.

sábado, 18 de septiembre de 2010

Memorias de un ángel. capitulo vigésimo cuarto

Tras haber explicado al situación a Zoe, Vero y Ricky- aunque no con todos los detalles-. Se decide de manera unánime-salvo Lirón, que no acepta tal decisión- que Niko, Alvaro y Connor irán al Montibello para buscar a Cesar, mientras Ricky, Lirón y las chicas se quedaran en la cabaña custodiadas por Noelia Devereux.
Tras las decisiones siempre difíciles, Niko, Alvaro y Connor hablan entorno al coche de Connor.
- De que me hablas Niko,¿vampiros?. En serio piensas que creo en los vampiros,
- ¿Es más fácil creer que tu eres un ángel?, y lo eres ¿no?.
- No es lo mismo, los ángeles existimos desde los albores de los tiempos, mucho antes inclusive de que la vida existiese tal como la conocemos. En cambio ¿Vampiros?, eso es parte del folklore, si Bran Stocker no hubiese escrito sobre ellos nadie hablaria de vampiros.
- Pero existiriamos igual-cuanto daño nos hizo el dichoso irlandes borracho-.
Niko se quito sus gafas de sol para mostrar sus enormes ojos color escarlata.
- ¿Te parecen estos ojos humanos?, además mira mi aspecto tengo ochenta años.
- Suponiendo que te crea, ¿Porque tienes que ayudarme, es más porque estas aquí?.
- Tú tienes un jefe ¿Verdad?, uno que te manda misiones que debes cumplir ¿No?. Pues digamos que yo tengo un cúmulo de cosas que no me gustan, cosas que he hecho y de las que no me siento orgulloso y tu jefe que ahora es el de ambos me da la oportunidad de redimirme y no ser más un condenado, ayudándote ganaré mi perdón y con Alvaro eñ tema es exactamente el mismo.
- Alvaro ¿Tu tambien eres un vampiro?.
- No, no exactamente, aunque soy más viejo que Niko eso si...lo mío es aun menos creible que lo suyo, partiendo de la idea de que no crees en estas cosas, una mente demasiado cerrada para alguien con seiscientos años ¿No te parece?. En fin yo soy lo que se conoceria gracias al cine de la hammer y a la literatura fantastica como un Hombre lobo, aunque cuando "cambio" nada me queda de hombre si te soy sincero.
- ¿Un licantropo?.
- Exacto si, esa definición nos hace más justicia.
Ya sabia que existian los licantropos, pero pensaba que se habían extinguidos hace trescientos años.
- Y así es, soy el último de este maldito y condenado linaje -y es así por la protección que un convento dominico me ha prestado a lo largo de mi vida- y conmigo acabara la maldición, no engendrare demonios de la noche.
- Me parece una gran decisión. Pero dime ¿Como controlas tu hambre, como dominas la "sed"?.
- Ves el rosario blanco de madera que cuelga de mi cuello, era de Costanza, la mujer que amé antes de ser lo que soy. El jefe le dió un poder, un don a este rosario, me contiene como un sello, de hecho sella el ochenta por ciento de mi fuerza y mi poder, pero a cambio sacia mi sed y me permite dos cosas muy importantes. La primera me permite "cambiar" a voluntad y sobre todo la segunda, me permite controlar mis actos y mantener la cabeza fría en cada momento.
Tras las sombras surge una gran figura vestida de negro y de prominente barba.
- Venga no me jodáis un ángel, un vampiro y un hombre lobo....joder esto parece un chiste de un ingles, un frances y un español pero interpretado y llevado al cine por Uwe Boll.
-¡Mierda!, ¿Que diablos haces tú ahí?.
- Es culpa de Ricky...me dijo que os expiara y le contara despues...es que en el fondo es muy cotilla.
- Ya claro.
- No en serio. Bueno ahora ya si hablo en serio. Voy con vosotros.
- Ni de coña.
- No os lo estoy preguntando, lo estoy afirmando.
- Tu mismo Lirón, paso de decirte que debes y que no debes hacer, ya eres grande, al menos sabras utilizar un arma ¿No?.
- Por favor estas de coña ¿no?, soy ingles pero mi abuelo era estadounidense y dormia con un colt bajo la almohada, por supuesto que se usar una pipa.
Connor abre el maletero del coche y deja ver varias semiautomaticas y cargadores como para tomar Myanmar.
- No hablaba exactamente de una pipa Lirón.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Memorias de un ángel. capitulo vigésimo tercero

Lirón atravesó el pasillo con paso firme en dirección al aseo, estaba confundido, el sonido que había escuchado se asemejaba a un grito o un sollozo, tal vez un gemido, pero lo que le descolocaba era el tiempo que había pasado desde que Connor se llevó a Vero con él...y le picaba -sobremanera- la curiosidad. A medio camino escuchó que llamaban a la puerta y estuvo a punto de girarse para abrirla el mismo, pero la curiosidad era fuerte y había más gente que podia abrir la dichosa puerta.
Prosiguió hasta llegar a la puerta, pensó tocar antes de entrar, pero tampoco estaba sucediendo nada importante dentro , así que giro el pomo lentamente y abrió la puerta primero levemente y luego totalmente par poder ver que pasaba allí dentro. Para su sorpresa no encontró a nadie aunque vio algo en el suelo que le llamo poderosamente la atención, lo cogio no sin ciertos reparos y lo metió en su bolsillo, salio del aseo y se volvió de nuevo para al salón sonde estaban todos jugando al poker.
Mientras esto acontecía en uno de los dormitorios, en las penumbras aprovechando el cobijo de la oscuridad semidesnudos Connor y Vero seguían besandose y abrazando sus cuerpos como si un yugo los aprisionara al uno contra el otro.
- Deberíamos volver Connor.
- Sí, si no empezaran a preocuparse, imagina si alguno le da por entrar en el lavabo y descubre que no estamos, cuando menos seria sospechoso.
- Bueno habría sido peor si les da por entrar hace cinco minutos.
- Sí, habría sido muy violento. ¿no?.
Se miran y sonrien mutuamente.
- Sí, habría sido bastante violento.¡Vamos!.
- Sí, vamos.
Cogidos de la mano salen del dormitorio y van hacia el salón, cuando llegan se sueltan de la mano mecánicamente-no estan preparados para eso todavía-. Ya en el salón se percantan de la presencia de una extraña, una mujer con traje que los mira directamente y habla.
- Connor McCoy ¿verdad?.
- Sí ¿Y tu eres?.
- Noelia Deveraux, me han enviado de Imagine para darle un comunicado importante, ¿Podemos hablar a solas?.
- Claro, sigame agente Deveraux.
Tras un par de minutos, ambos agentes se encuentran en una dependencia contigua al salón, se trata de una especie de sala de juegos con billar, diana y una televisión enorme. Cerca del quicio de la puerta esperan escondidos Alvaro, Niko y Lirón- Ricky rehuso la opción de ir a escuchar a escondidas, por su condición de caballero ingles que es, a Lirón este aspecto le dio igual-.
- ¿Sabes quien soy verdad?.
- Sé que eres la agente Devereux, y hace rato que intento saber quien más eres pero no te siento. Y eso me aterra en cierto modo.
- Soy como tu, somos hermanos de destino.
- ¿Eres un ángel?.
- Sí, y se me ha enviado decirte algo importante.
- Si eres un ángel por que no te siento.
- Eso se debe a que te has acercado demasiado a los humanos, te identificas con ellos, eso te hace débil, además te estan haciendo perder habilidades, ya ni tan siquiera puedes reconocerme. Te estas humanizando Pietro, recuerda cual es tu misión.
- Voy a encontrarle, a eso vine y eso haré.
- No, a eso vengo yo, a ayudarte, a decirte donde lo tienen, porque tu has perdido el timón de todo esto. No has sido precabido, ellos ya saben que estas aquí, los has puesto en alerta, ya nada será fácil.
- Lo sé y lo asumo. Dime ¿Que sabes?.
- Sé que lo tienen en el edificio Montibello, en la ultima planta, pero esta tomado por al menos treinta de esos engendros.
- Vale, no es preocupante yo mismo sacare a ese chico de allí, con mis propias manos retorceres los cuellos de esas criaturas del averno.
Saliendo de detrás de la pared aparecen Niko, Alvaro y Lirón.
- Y nosotros vamos contigo jefe.
- Tus chicos ¿Escuchan siempre a escondidas tus conversaciones privadas- haciendo énfasis en privadas-?.
- Últimamente están cogiendo costumbres algo impropias la verdad. A lo que iba chicos no sabéis de que habláis, No estáis preparados para afrontar algo así.
- Con todo respeto, si que lo estamos jefe, aunque no lo crea Nico y yo tenemos una misión algo diferente, como usted.
- ¿A que te refieres Losada?.
- Que tanto Niko como yo no somos lo que aparentamos y que alguien nos mando a ayudarte, sabemos quien-que- eres Connor, ahora dejame contarte quienes somos nosotros.

lunes, 30 de agosto de 2010

Memorias de un ángel. capitulo vigésimo segundo


Corría el año 1856 cuando un joven corria de forma azarosa por una campiña 
orensana. Corría -como poseido por una fuerza mayor que el mismo- a través de un 
antiguo sendero arenoso lleno de hojas secas de los árboles que no aguantaban el 
envite del otoño. cada pocos segundos miraba hacia atrás como buscando una sombra 
que lo perseguía, pero no lo veía, en cada giro lo sentía más y más cerca pero no 
conseguía verlo, era como esas ocasiones que sientes que hay alguien a tu lado 
pero estas solo en la habitación. Sentía su pérfido aliento en su nuca, era 
fétido y nauseabundo, como si una cloaca intentara absorverlo; fue en ese ultimo 
giro cuando tropezó con una pequeña raíz de abedul que sobresalía ligeramente del 
camino. Levantándose sintió cierta humedad cálida en su espalda, el terror se 
apoderó rápidamente de su cuerpo y se quedó varios segundos petrificado e 
hieratico, sin poder-sin querer- mirar a su espalda, cuando venció el temor se 
giro muy lentamente para descubrir que lo que mojaba su espalda era el fluido que manaba de las fauces del animal, de un enorme lobo- de unos tres metros de alto-negro que lo 
miraba fijamente desde sus enormes ojos amarillos, el labio superior del animal 
se movia ritmicamente debido aun constante resoplido. La bestia - sin avisar- 
lanzó sus enormes fauces al costado del chico desgarrandolo, dejando sus 
costillas -marcadas por los dientes de la fiera- a la vista, había destrozado el 
pulmón y el riñón izquierdos, la arena del camino empapaba una sangre densa e 
increiblemente negra. Lejos de dejarlo morir lentamente, la bestia comenzó a 
devorar a su victima desgarrando tobillos y brazos y dentelleando ansiosamente su 
cuello que quedaba destrozado y sujeto al tronco apenas por hilillos de piel. 
Aquello fue una autentica carnicería. Tras saciarce dejando apenas un puñado de 
carne y huesos del muchacho la bestia corrió a ocultarse al bosque donde poco a 
poco y tras enormes y electricas convulsiones empezó a menguar y a perder el 
pelo, sus orejas se enchiquecieron recuperando una forma más redondeada y sus 
dientes y mandibula se recortaron hasta quedarse con un tamaño más humano, tras 
varios minutos recupero una forma humana-la sed había pasado-, desnuda y rauñada, cubierto de sangre 
por todos lados.
Extrañado el individuo miro sun manos llenas de ese liquido viscoso y 
escarlata que es la sangre humana. Lo miro varios minutos atónito hasta que salio 
del trance en el que se encontraba y fue entonces cosciente de lo que había 
hecho. No era la primera vez que mataba, llevaba años saciando su hambre con 
mendigos e individuos sin nombre, hacia lo justo para sobrevivir y no llamar la 
atención- era su modus vivendi-. Pero en esta ocasión había sido distinto, no 
recordaba haberse transformado, y es que aunque perdia la consciencia de manera 
parcial solía ser consciente más o menos de lo que hacía-de ahí que normalmente 
podia escoger sus victimas-.No era algo de lo que estaba orgulloso, pero tenia que 
saciar sus ansias y para sobrevivir mataria las veces que hiciese falta, el no 
pidió esta maldición, pero le fue dada, fue obligado a la condenación eterna por 
su propio padre y hoy cuando entre sus manos llenas de sangre descubrio una 
pequeña cadena de oro con la imagen de nuestra señora de los afligidos supo que 
el circulo se había cerrado, el cuerpo que acababa de devorar y mutilar era el de 
su hermano Gian.
Tras aquel triste acontecimiento Alvaro Losada O'Donell natural de Obradoiro, 
asesino e hijo de asesino decidió exiliarse de su tierra e irse lejos, ya nada le 
quedaba en aquella tierra porque su única familia-su padre- para él hacia más de 
diez años que habia muerto. Buscaba la manera de controlar su hambre, esas ansias 
de sangre que lo transformaban en un engendro demoniaco ávido de muerte, no sabia 
donde ir, solo queria buscar la manera de redimir sus pecados, no queria ser 
perdonado, sabia que ya estaba condenado y que el infierno lo esperaba más pronto 
que tarde pero queria ayudar de alguna manera para compensar todo el daño y el 
sufrimiento que había causado, necesitaba restaurar todo el daño que había hecho. 
Su largo prergrinaje- dejando un reguero de muertes en su camino- lo llevo al 
monasterio de los hermanos dominicos de Estella. Pese a sus esfuerzos no consiguió 
dominar a la fiera latente en su alma y dio muerte a la mayor parte de la 
comunidad de frailes hasta que estos consiguieron encerrarlo para tratar de contenerlo y 
ayudarlo pese a la muerte que habia sembrado, los hermanos aun estaban dispuestos 
a ayudar a esa pobre criatura condenada. la prisión no evito que se transformara 
cada vez que las ansias se apoderaban de él, pero al menos consiguieron apaciguar 
sus ansias sensiblemente. Pasaron los años y los frailes se encariñaron de aquel 
pobre ser -oscuro y solitario que se auto condenó para la eternidad, él se 
castigaba mucho más de lo que la celda pudiera haberlo castigado en tantos años 
de cautiverio -que no salia de su celda- vivia encerrado tanto físicamente como 
psícologicamente-; estaba compungido y demacrado, pero un buen día se levanto de 
su banca y un brillo especial ilumino sus ojos, llamo corriendo a los hermanos y 
les pidio rapidamente que le trajeran el rosario blanco que traía el día que le encontraron.

jueves, 26 de agosto de 2010

Memorias de un ángel. capitulo vigesimo primero

En el salón mientras Connor se encerraba en el baño con Verónica para limpiar y suturar la herida de esta, el resto se aburrian enormemente, así que Lirón ni corto ni peresozo saco del bolsillo de su chupa negra y gastada una raida baraja de cartas de poker y soltandola sobre la mesa habló:
- ¿ Que chicos quien se apunta a una partida de hold'em?.
Todos salvo Zoe se acercaron a la mesa y se apresuraron a sentarse en torno a ella, el que más y el que menos había tenido un día de perros y tampoco pasaba nada por distraerse un rato, eran humanos, tambien necesitaban respirar un poco, así que con una sonrisa en la boca cogieron sitio y se dispusieron a jugar.
Mientras tanto Zoe no dejaba de dar vueltas por toda la cabaña con una copa de ron añejo en la mano con una pequeña rodaja de limón y un cucharada de azucar en vaso ancho.
Sus pensamientos iban desde lo mundano a lo divino, pero sobretodo revivían una y otra vez la escena en la cual mientras arrastraba a su hermana se enfrento a esa mole, no dejaba de ver sus ojos detras de las pequeñas llamas azules que consumían su rostro, no dejaba de ver esos ojos grises y profundos, como perdidos. Tras terminar su copa de ron de un solo trago limpió con el dorso de su mano unas pequeñas lagrimas que rodaban por sus mejillas y decidió entrar en la cabaña-llevaba varios minutos fuera, necesitaba respirar-.
Mientras tanto en la mesa.
- Alvaro. ¿Vas?.
- Paso Lirón.- Lleva un cuatro y un as, una mano pequeña-.
- ¿Nico?.
- Subo 200.- Pareja de jotas-.
- ¿Ricky?.
- Veo los 200 y subo 200.- Rey y cuatro-.
- Vale chicos, pues yo viendo que Uno de los dos va de farolada y el otro lleva mano ridícula....paso, mi mano es aun peor.-un tres y un siete-.Así que vosotros vais.
Tras una segunda ronda de apuestas Lirón que jugaba y hacia las veces de Croupier levanto las ultimas dos cartas, que fueron un rey y un dos, que acompañaban a dos sietes y un as. o sea Nico tiene dobles parejas jotas/sietes al as y Ricky lleva dobles reyes/sietes al as. Ajustado, gano Ricky la mano.
- ¡Vaya mierda de mano, haber Lirón si repartes algo con lo que pueda lucirme carajo!.
- Yo no estoy dentro agente Losada, solo reparto y el azar juega su baza, sin truco ni cartón.
- ¡Ya!. Lo que tu digas, tienes alma de trilero Lirón y eso se ve de lejos.
Mientras Alvaro poco contento de la explicación de Lirón sigue con sus airadas protestas, quizas algo resentido aun debido a como el par de guiris britanicos lo habian engañado en el club, encerrandolo con una chica. Su corazón estaba desatado, estaba nervioso y debia calmarse, se tranquilizo cogiendo fuertemente un pequeño cruzifijo blanco que colgaba de su cuello y descansaba en su pecho. Cuando Alvaro levantó la mirada vio aparecer frente a él a Zoe. Sin saber exactamente porque la vio de manera diferente, la miro de manera totalmente diferente, vio en ella a la mujer que hasta ahora solo habia sido la hermana del secuestrado, una pieza dentro de un caso que se estaba tornando extraño y confuso, y aunque no debia mirarla así, ya que no se puede intimar ni confraternizar con los testigos o partes activas de un caso, fue esa la mirada que le dedico, la mirada de alguien que descubre algo nuevo, que descubre a una mujer a la que no puede ni quiere -pese a las normas- dejar de mirar, es hermosa y altiva, tiene carácter, y eso le atrae enormenmete.
- Buenos chicos, ¿Os importa que una chica os de una lección de como se juega al poker?.
- por favor Zoe has tu las veces de croupier que Lirón tiene las manos muy largas.
- pero que dices Alvaro, yo en el juego soy muy honrado jamas haría trampas hombre.
- Ya ya, lo que tu digas. En fin juguemos.
Zoe se hace con la baraja y reparte por parejas a cada jugador, estos las miran y cada uno con un gesto más o menos descriptible esperan el desarrollo del juego, esperan ver las primeras tres cartas que se giran tras haber puesto en la mesa la apuesta minima inicial.
La partida se desenvolvió por los causes normales, solo Lirón arrojó las cartas tras las primeras apuestas, el resto fueron todos, nico vovio a ir con las "alcayatas", mientras que Alvaro se la jugo con "Jack el destripador", y solo uno fue con todo lanzando un sonoro "all in" solo y únicamente con la mano del muerto. Todos quedaron sorprendidos de que pudiera jugarse todo a una mano, en la primera mano, todos pensaban que o bien tenia poker o color o bien llevaba un pedazo de farol como un lucero de grande. Nico, Alvaro y Ricky no supieron como reaccionar, Lirón en cambio se levanto de subito ajeno a la jugada, había escuchado al parecer un ruido.
- ¿Chicos no habéis escuchado nada?, juraria que me ha parecido escuchar un grito proveniente del baño, voy a ver si estan bien.
- No te preocupes Lirón, será Connor lavando la herida de Vero, eso escueze mucho es normal que grite.
- Ya Ricky pero hace mucho que se fueron, lo normal es que hubiese gritado hace media hora, voy a llegarme a ver.
Mientras Lirón se alejaba en direccion al baño alguien golpeó la puerta. Todos miraron de reojo hacia la misma, pero solo Alvaro se levantó con su arma reglamentaria en la mano.- ¿Quien era?, si nadie sabia donde estaban.
Con su mano Izquierda abrió ligeramente la puerta mientras que con la derecha asía fuertemente su magnum sin dejar de apuntar a la sombra que se empezaba a vislumbrar. Tras abrir de par en par la puerta una mujer esbelta y morena, de pelo ondulado y mirada esmeralda, con una mirada de caracter y embutida en un ajustado traje negro con corbata negra que apenas escondia unas curvas sinuosas de mujer fatal. Pese a que Alvaro no dejo de apuntar ni un momento, sus ojos quedaron bien abiertos, casi tanto como su boca y su cara de perplejidad. ¿Quien era esa mujer?.
- ¡Buenas noches!. ¿Esta Aquí el agente Connor McCoy?. Soy la agente especial de Imagine Noelia Deveraux. Necesito hablar con él de inmediato.

domingo, 22 de agosto de 2010

Memorias de un ángel. capitulo vigesimo[+18]


Cuando su mano tocó su piel su mundo se paro, Verónica sintió algo totalmente distinto a nada que hubiese sentido antes. Un gran escalofrío, una corriente eléctrica recorrió su cuerpo al mismo tiempo que veía una sucesión de imagenes, una compilación de una vida, su vida. En aquel instante fue consciente de quien era, fue por primera vez en su vida Viola Sforza.
No podia dejar de mirarlo, sabía que era Pietro, no sabia ni el como ni el porque pero sabia que por extraños azares del destino estaban de nuevo el uno frente al otro, como si el destino les hubiese brindado una nueva oportunidad de continuar lo que jamas debio de cortarse por la mano despiadada de la vida.
Sin dejar de mirarlo con su mano derecha Verónica cogió la mano derecha de Connor-aun encima de la herida-. Empezó a subir su mano suavemente por su costado-al dejar atrás la herida, esta estaba de forma milagrosa totalmente cicatrizada-, cuando llegó a la altura del vestido, paso la mano por debajo hasta llegar a su delicado pecho-estaba caliente, sentía el latir de su corazón-. Connor absorto en la situación acercó su pulgar al terso pezón de Vero- muy excitada- y empezó a acariciarlo suavemente. Con el paso de los minutos los dedos dejaron paso a la lengua que hacia pequeños circulos alrededor de los pezones para terminar a pequeños mordisquitos delicados con la punta de los dientes. La excitación crecía por momentos y Vero cogiendo a Connor por los cabellos lo empuja hacia abajo hasta dejarlo justamente entre sus piernas.Éste sin quitarle la ropa interior juega con su nariz y su lengua entre las piernas de Vero. Su lengua dibujo una poesia hasta que no pudo contenerse más-la pasión crecía por instantes y el deseo era enorme- ,metió dos dedos de su mano derecha por el filo de las braguitas de Vero, rasgándolas y rompiéndolas de un golpe seco.
Una vez allí siguió jugando sin barreras ni menoscabos. Pasado unos minutos -en los que la cara de Vero denotaba un enorme placer- ésta lo separa dulcemente de si misma para echarlo contra el lavabo y desabrocharle los pantalones con más mimo del que Connor había utilizado destrozando sus bragas.
Tras desvestirlo empezó a jugar con él dulcemente, pero Connor ya no estaba para juegos y tras quitarle el vestido completamente la gira violentamente para darle la vuelta completamente y poner a Vero de cara al lavabo, viendo su reflejo en el espejo. La sujeta fuertemente por la cintura y abrazandola fuertemente contra él la posee, sintiendo sus nalgas, su espalda contra su pecho. Se convierte en una melodia ritmica solo acallada por los dedos de la mano derecha de Connor que Vero muerde fuertemente para evitar que el sonido llegue más allá del aseo y la gente pueda enterarse de lo que esta pasando. La verdad es que en cualquier momento podria entrar cualquiera, la puerta no esta cerrada y ya hace rato que entraron los dos con la unica misión de limpiar y suturar la herida. Es cuestión de tiempo que Zoe se acerque a ver como va todo, y más aun tras el tiempo que ha transcurrido.
Cuando se miran en el espejo del Lavabo no ven a Connor y a Veronica, ven a Viola y a Pietro, se ven por primera vez en siglos y la pasión es desmedida, pero ¿Como se calibra la pasión tras seis siglos de ausencia?.
Viola levanta su cabeza hacia atrás girandola hasta encontrar la boca, la lengua de Pietro y se besan acaloradamente, muerde ligeramente el carnoso labio inferior de él hasta hacerle correr un fino reguero de sangre. De nuevo con relativa brusquedad Pietro la gira sobre si misma cogiendola por las caderas, cuando la tiene de frente sujeta firmememnte sus nalgas y la levanta con sus poderosos brazos sentandola en el lavabo, a espaldas del espejo en esta ocasión. Se miran ardientemente, tienen la sensación de que el mundo se encoge a su alrededor, y los presiona y los presiona juntandolos irremediablemente como si una fuerza los atrajera como el ácero al imán, es inevitable, irresisitible. Es la vida. Es el amor, y quien sabe si el destino.
Él volvió a sentirla, se sintieron mutuamente. Es esa sensación de estar por encima del mundo cuando sientes que formas parte de la persona a la que amas como si de repente dieras sentido a la vida, al origen de la existencia simplememte con el contacto de dos cuerpos desnudos que se unen. Mientras hacian el amor no podian dejar de mirarse el uno al otro, acababan de descubrir que podian vivir en la mirada del otro; por unos instantes la pasión rebasó todo lo inimaginable, sin darse cuenta Viola estaba en el aire, sujeta por los brazos de Pietro y apoyada ligeramente con su brazo derecho en el filo del lavabo. El balanceo era muy armonioso, hasta que dejó de serlo para sambullirse en la espiral alocada del desenfreno de los instantes finales, ambos estaban llegando al extasis, no hacia falta que se lo dijeran para saberlo porque el rostro, los gestos, todo era como un libro abierto para ambos. Ambos se sintieron morir para volver a nacer en los brazos de su amor.
La explosión llegó y no pudieron evitar soltar un ligero gemido. El ruido terminó saliendo fuera, pero en ese momento les dio igual, estaban juntos, y eran felices. Esa palabra que hacia siglos que estaba vetada para Connor, era feliz, ella había vuelto y jamás volveria a perderla.
Se quedaron mirandose ,en silencio, desnudos, lo eran todo el uno para el otro y ya no necesitaban nada más en el mundo. Siguieron mirandose en silencio.

jueves, 19 de agosto de 2010

Memorias de un ángel. capitulo décimo noveno

Tras recoger a Alvaro en el local, cogieron la carretera nacional que salia de Milán, iban sin direción fija, las especificaciones de Nico habían sido un tanto esquematicas. Buscabamos una vía secundaria que derivara en un camino de tierra , buscábamos una cabaña o casa rural, algo así, cerca de una villa renacentista.
Tras unos cuarenta y cinco minutos nos salimos de la nacional para meternos en una vía secundaria oscura y dejada de la mano de dios, parecía ser la que Nico nos había indicado. Cuando a los cinco minutos vimos un pequeño sendero de arena que quedaba a la dercha de la vía supimos que estabamos en el camino correcto.
Cuando lleguemos vimos la cabaña-más grande y llamativa de lo que esperaba, pero muy alejada del mundanal ruido como necesitabamos-, las luces estaban encendidas, tras aparcar hice sonar el claxón para que salieran.
Nico salió y bajo las escaleras hasta llegar a nosotros.
- Me alegro de que estéis aquí. Vero esta herida, ya sangra menos. Habría que coserla, pero yo no puedo acercarme a la sangre-la tentación y la ansiedad podían jugarle una mala pasada- jefe.
- No te preocupes , yo lo haré.
- ¿Donde diablos habéis conseguido ese coche, jefe?. 
- Lirón nos ha enseñado otra de sus múltiples aptitudes interesantes pero poco legales. No podiamos venir en taxi así que le he dejado coger prestado el coche.
- ¿Un Aston Martin Vanquish. Venga que no había nada más llamativo?.
- Que quieres que te diga tío. Soy ingles...ha sido la nostalgia, como un acto patriotico. Dios salve a la reina.
Cuando entremos lo primero en que mis ojos se fijaron fue en ella, no podia evitarlo, hacía siglos que no miraba a una mujer como la miraba a ella. Mis ojos iban más allá de la situación, ignoraban su herida y las manchas de sangre, no podia- no queria- dejar de mirarla. Me atraía muchísimo, sentía algo muy fuerte por ella. Era como un imán para mi...la necesitaba de alguna manera que aun no atisbaba a ver.
Cuando por fin volví a la realidad le dije a Zoe que no se preocupara por nada, que yo me ocuparia de limpiar y suturar la herida de Vero. 
Lo que realmente no supe como explicarle era el porque del ataque que habián sufrido, solo les dije que tenia que ver con el secuestro de su hermano, y ya en esta conversación utilicé la palabra secuestro ya que sabiamos que algun tipo de organización lo tenia retenido. Tambien les prometí recuperarlo.
Lo primero que hice fue dirigirme hacia Vero y mirar la herida, no era profunda pero había pillado varios capilares muy aparatosos y habría que limpirla y suturar despues. Pedí un licor blanco y Zoe me acercó un vodka muy fuerte-era casi alcohol- que habia en el mueble bar de la cabaña, habiamos tenido suerte ya que sin apenas avisar nos habían dejado la cabaña totalmente equipada y eso era de tener en cuenta. En fin cogí el vodka y le dije que lo mejor que podía hacer era llevarme a Vero al aseo para no manchar el salón. Zoe a la cual le tuve que volver a explicar el porque de su ataque- todo era un sinsentido para ella- le pareció bien que llevara a Vero al aseo, intentó ayudarme, pero le insistí en que no era necesario, yo podia cogerla y llevarla sin necesidad, le dije que se fuera a cambiar de ropa, seguramente habría algo en los roperos, ya que estaba bañada en sangre.
La cogi con un brazo bajo sus axilas y el otro bajo las rodillas, la así fuerte como hubiese cogido a Viola el día de nuestra boda-ese que nunca llegó a darse, ese día que nunca pasó- y la llevé hasta el aseo, una vez allí la senté en el inodoro de la forma más cómoda posible.
Levante su vestido empapado en sangre para ver mejor la herida, ahí estaba un corte de unos quince centimetros, no demasiado profundo pero en una zona muy rica en capilares sanguíneos, gracias a dios no había llegado a tocar ninguna arteria inguinal lo cual habría sido muy peligroso. Apenas mantenía la consciencia y aun así me miraba, sentía como no dejaba de mirarme. Heché sobre la herida un abundante chorro de vodka, el dolor la hizo estremecer, pero era necesario limpiar la herida, tras ello puse mi mano sobre la herida. En el mismo instante que mi mano toco su cuerpo una corriente eléctrica atravesó mi cuerpo y una sucesión de imágenes inconexas recorrieron mi visión, podria haberse tratado de una de mis revelaciones, pero no tenia nada que ver, no era un mensaje del cielo, era algo más terrenal, era ella. Ella me había producido esa sensación, ella era la que me hacia sentir todo eso. Fueron segundos, pero cuando todo acabo la ví, no vi a Veronica, vi su alma, aunque por fuera el parecido era relativo por dentro era ella, siempre fue ella, por eso no podia dejar de mirarla, por eso me era tan familiar. Verónica era Viola, no sabría decir como pudo pasar, ni como suceden las cosas pero suceden. Habian pasado más de seis siglos, nunca pude despedirme de ella y ahora la tenia frente a mi, podia abrazarla y besarla de nuevo, podia sentir su cuerpo contra mi de nuevo. Era ella y en su mirada mucho más abierta y despierta que segundos atras. Mire sus ojos y supe que ella sabia que tras Connor se escondia Pietro.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Memorias de un ángel. capitulo décimo octavo

En la habitación donde minutos antes Connor había degollado al gigantón Gorki, se hallaban ya dentro Lirón, Ricky y Connor. 
- ¿Que coño hacíais ahí fuera?.
- Te hemos seguido desde que saliste del local. Queriamos verte en acción.
- Bien pues ya lo habéis hecho. ¿Y ahora que?. ¿Que hago con vosotros, os mato u os cuento lo que ha pasado?.
Lirón se adelanta un paso hacía Connor y metiéndose las manos en los bolsillos y con un gesto directo le habla.
- Hombre la primera opción no me gusta, no por nada, solo es que morir no entra en mis prioridades eso sin comentar que tenemos una amistad y matar a un amigo...como que no queda bien en el currículo ¿no?. En cuanto a lo segundo pues contarnos contarnos lo único que nos puedes explicar es porque un tío con tres balazos en el pecho se levanta como si se le hubiera aparecido Beyoncé. Aparte de eso , el resto creo que es evidente, le has reventado la cabeza y ha llamado por telefono, normal...¿Quien no se levantaria de la tumba para hablar con su mujer?.
Lirón lanza una mirada socarrona a Ricky que le acompaña sonriendo.
- Esta bien chicos. Os lo voy a contar todo pero tenéis que mantener abierta la mente porque lo que os voy a contar rebasa en mucho lo creible y lo verosímil. ¿Estamos?.
- Somos todo oidos.
- Eso que yace trás vosotros sin la mitad de la cabeza...
- La morsa que ha cambiado la decoración de la habitación- y se ha cargado la maravillosa moqueta persa-.¿No?.
- Exacto Lirón, el mismo. No es un ser humano.
- ¿Nos han invadido los extraterrestres, verdad?.
- Lirón cállate de una maldita vez. Como os estaba diciendo, no es humano, es un ....es un demonio, un gregario.
- Venga no nos jodas Connor, los demonios no existen porque si no uno habria presidido la casa blanca ocho años...y yo nunca le vi los cuernos. Igual habría que preguntarle al respecto a la señora Bush.
- Necesito que os concentréis en esto porque no tengo tiempo, debemos irnos así que esto es lo que hay, es un demonio, solo se le puede matar cortandole la cabeza con algo hecho de paladio.
- ¿El cuchillo era de paladio?.
- No , no lo era pero para un demono gregario no hace falta, para almas tan inútiles y vanas el acero es suficiente, en el caso de demonios más poderosos nos hara falta el paladio.
- Ah vale. Y ¿Desde cuando saben los gobiernos de la existencia de estos bichos?.
- Los gobiernos no saben nada, nadie lo sabe, llevan aquí desde el principio de los tiempos.
- Y entonces ¿Como sabes tú lo que son, y como cojones sabes matarlos. ¿Has hecho un maldito master de aniquilación masiva de bestias infernales y demás seres demoníacos?. Y ya que estamos ¿Donde coño has aprendido a pelear así?.
- Lirón. Yo los conozco porque soy más o menos de su mundo.
- ¡No jodas!, ¿Eres un demonio?.
- Más bien de la otra acera.
- ¡¿Eres gay?!, que conste que nosotros te aceptamos como seas, eres nuestro amigo tío.
- ¡¿De que diablos hablas?!. No, no soy gay me referia a que soy un ángel.
Lirón se le acerca curioso mirandolo por delante y por detrás ante la perplejidad de Connor.
- Ricky. ¿que esta haciendo?.
- Yo diria que te esta buscando las alas.
- Lirón lo de las alas es metafórico, no volamos ni nada de eso.
- Ah perdona es que me mataba la curiosidad de ver donde las escondias.
- Bien, ¿Entonces, podemos irnos ya?.
- Bueno supongo que si, aunque aun estoy digiriendo eso de ser amigo de un ángel. Tío eso tendrias que haberlo avisado, te he contado todas las cosas indecentes e ilegales que he hecho. Iré directo al infierno.
- Ricky, no soy un cura, me importa una mierda lo que hagas, no seré yo quien te juzgue si vas o no al cielo. Que más da, piensa que si vas al infierno estaras acompañado por Lirón. Él seguro que va de cabeza.
- Amén hermano. Mi sitio esta allí tomandome un whiskey doble con John Wayne.
- Vamonos. ¿Como habéis venido, y donde esta Alvaro?.
- Esto ¿Tienes dinero. No?.
- ¿Para que?.
- Es que abajo nos esta esperando el taxi en el que hemos venido.
- Vagos de mierda, pensé que me habiáis seguido a píe. ¿Donde habéis dejado al agente Losada?.
- Esperandonos con una señorita en uno de los privados del club.
- ¿De que me hablas?.
- ¿Cuentaselo tú Ricky que yo me parto?.
- Bueno es que como queriamos salir de allí tras de ti sin niñera. Lirón tuvo la brillante idea de engañarlo y meterlo en un privado donde una señorita-muy bien pagada por cierto-lo esperaba con la misión de no dejarle salir sin hacerle un baile sexy.
- ¡Joder sois increíbles!. Ricky coge mi telefono y llámalo, dile que lo recogemos en el hotel, nos cambiamos de sitio.
- Ok yo me encargo de llamarlo.
Se subieron al taxi, el contador ya marcaba más de treinta y cuatro euros cuando le indicaron la direción del hotel.