La noche era fría como todas en una pequeña campiña gallega de mitades del siglo XIX, pero Álvaro tenía calor, era una calor horrible que le provocaba numerosas pesadillas. Apenas contaba con dieciseis años y cada noche se convertia en un infierno para el, se depertaba mil veces sudando de horripilantes pesadillas, la fiebre le provocaba convulsiones y sudoración fría. En la calle no habría más de nueve grados en cambio su temperatura superaba los cuarenta y muchos…por momentos proferia delirios y alucinaciones, pero la peor que recuerda-cada noche le atormenta- es una en la que se ve a si mismo desnudo, corriendo por la senda del bosque, perseguido por una criatura negra de pérfido y pútrido aliento, huye de ella campo a traves, dejandola atrás mientras el sudor cae derramado por su frente y sus latientes sienes . Corre y corre sin dirección hasta que sale de la espesura del bosque y ve aparecer ante sus ojos la granja vecina de los Reyes, y en el porche de pie con un pijama blanco hasta los tobillos ve la figura tan amada de Costanza, la hija de los Reyes, la chica más bella de la comarca y la chica que ama sobre cualquier cosa en el mundo, la chica con la que se desposara en cuanto reuna el dinero suficiente.
Pero, ¿Por qué esta allí fuera,Por qué sujeta en su mano el rosario blanco de madera que le tallé?. Y ¿Por qué he conducido la bestia hasta su casa?. No había respuestas para esas preguntas, jamas eran respondidas, siempre corria hacia ella pese a que lo que quería era alejarla del camino de la bestia, pero siempre corría hacía ella como si quisiera abrazarla, como si quisiera protegerla con mi cuerpo, luego cuando me acercaba solo podía ver como su pijama blanco se teñia de sangre, de su sangre y sus ojos me miraban tranquilos, sin dolor, sin miedo. Nunca pudo olvidar aquellos ojos azules que lo miraban perdonandolo, perdonando al hombre que amaban, al hombre que la estaba matando.
Álvaro no fue cosciente de aquel suceso hasta días despues de acontecer, pero siempre supo en sus adentros que había sido él, siempre supo que él era la bestia de sus pesadillas.
Mientras en las catacumbas Álvaro anda con paso firme con la luz titilante de la tea. Tras varios minutos de no hallar nada ni nadie en su camino, el tunel desemboca en una pequeña cámara ovoide iluminada por la luz de cientos de antorchas, en un rincón de la cámara ve dos cuerpos en el suelo con señales de violencia. Cuando se acerca descubre impávido que son los cuerpos de Zoe y Cesar, el de este ultimo bañado en sangre. Álvaro acerca sus dedos a la yugular de Cesar esperando hayar pulso, pero el frío y el rigor mortis del cuerpo no dejan ver vida en su cuerpo,parece que la llama de la vida hace ya que se esfumo de su cuerpo que hace tiempo. Con temor acerca los mismos dedos temblorosos y asustados al cuerpo de Zoe -tambien marcado por signos de extrema violencia pero menor cantidad de sangre baña sus ropas-…de repente ella se mueve y abre los ojos.
- ¿Álvaro eres tú?.
- Si Zoe no te muevas necesito ver lo que te han hecho.
- ¿Álvaro has venido a rescatarme?.
- Claro princesa quien si no,los GEOS estaban ocupados hoy, no pensarias que ibamos adejarte aquí.
Álvaro no puede dejar de fijarse en la voz y los gestosde Zoe, esta como drogada, su voz sale cadenciosa y ebria.
- ¿Álvaro..?.
- ¿..Sí Zoe?.
- Hazme el amor.
- De que hablas ¿Acaso crees que esta es una situación optima para eso?-los ojos desencajados de Álvaro son todo un espectáculo-.
Zoe sin responderle lo besa y rasga su camisa con una fuerza inusitada para su estado, dejando al descubierto el pecho musculado y lleno de cicatrizes del agente Losada.
Este la separa como puede pero la fuerza de Zoe es desmesurada y la temperatura de su cuerpo sube rápidamente sin explicación aparente, tal vez sean delirios de una fuerte fiebre, es entonces cuando Álvaro huele un olor que le resulta horriblemente familiar y se percata que la sangre que baña la camiseta de Zoe procede de un pequeño mordisco a la altura de su clavicula.
- ¿Quién te ha hecho esto Zoe, quien te ha mordido?.
Saliendo de las sombras una voz terriblemente familiar para Álvaro responde a esa cuestión.
- Sabes de sobra quien es el unico capaz de dejar esa marca…hijo.
- ¿Cómo puede ser que estes tu aquí padre?.
- Tu y yo tenemos algo que saldar y alguien me prometió que si le ayudaba tendría la oportunidad de encontrarte y saldar nuestra deuda, y veo que no se equivocaba.
- ¿Porque le has hecho esto a ella?. Ella no es culpable de nuestros pecados.
- ¿Porque, preguntas el porque lo hice...?, por venganza, por hacerte daño que más da la razón si consigo mi objetivo y en tu mirada veo claramente un odio que me dice a voz en grito que he conseguido mis propósitos. Tú mataste a mi hijo.
- No olvides que era mi hermano, y sí yo lo mate no olvides que fue tu maldición la que lo condeno, la que me condeno a mi a saciar mi sed con su muerte, sin duda yo fui el asesino pero tu me diste el arma y apretaste el gatillo, eres tan culpable como yo de su muerte, yo llevo muchos años cargando con el peso de su muerte, carga tu con el tuyo.
- Tus palabras sobran mis hijos murieron hace más de ciento cincuenta años, solo vengo a llevarme tu cuerpo porque tu alma hace tiempo que murió.
- Ven a por ella viejo. ¿Si tienes cojones?.
El padre de Álvaro tras un aullido aterrador destroza su ropa mutando su cuerpo, su musculatura se hincha y ensancha, sus huesos se separan, sus garras emergen de sus uñas y su fauces crecen hasta convertirse en un enorme lobo gris de ojos verdes intensos.
A diez metros Álvaro se agacha sobre el cuerpo de Zoe y le habla.
- Zoe necesito que entiendas lo que te voy a decir. Mi padre te ha hecho algo horrible y pronto tendrás una sed insaciable, el calor, la adrenalina y la libido disparadas son sintomas inequivocos del veneno recorriendo tu cuerpo, necesito que te pongas esto -le coloca su rosario blanco entorno al cuello- y jamas te lo quites, si lo haces el horror y la maldición saldran a pasear y no lo podras controlar, y no podrás vivir con la culpa de tus actos,¿Lo has entendido?.
Yo sin el ya no sere el mismo así que quiero que me recuerdes como soy ahora, quiero que me veas como soy en este momento a tus ojos, porque esto es una despedida.
- ¿No entiendo que esta pasando, porque te vas?.
- Porque no quiero hacer daño a nadie más y quiero que tu seas libre, que no tengas que pasar por lo que yo.
Álvaro la besa apasionadamente -como en esas películas cursis americanas que pase lo que pase la pareja protagonista siempre se arregla y finalizan la película con un apasionado beso- mientras una lagrima moja su mejilla, hacía años que no derramaba una lagrima, desde la muerte de Costanza no había llorado.
- ¡Adios!.
Álvaro se aleja de Zoe mientras se va transformando para enfrentarse a su pasado y terminar con el, el circulo debe ser cerrado. Una vez desatado perdera para siempre su humanidad y la bestia tomara el control para siempre.
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