El día amaneció lluvioso, vivo en una bonita casa de a las afueras de Lincoln, esta mañana era como cualquier otra a la de los últimos años.
Desayune tostadas y un café de moca muy caliente, tras desayunar salí a comprar.
Cogi el 4x4 y me dirigí al mercado de Will, no era el que más cerca me pillaba, pero lo conocía desde mi ultima misión, ya que will formo parte de ella, desde dicha misión no había tenido otra "revelación", así es como llamaba yo a mis misiones, sé como de bíblico suena, pero no nos engañemos, soy un ángel, las cosas con cierto tufillo religioso están a la orden del día.
La revelación propiamente dicha es algo difícil de explicar, la primera vez que la sentí fue cuando caí al vacío el día que morí, yo no recuerdo exactamente mi muerte, de hecho supe que habia muerto cuando vi mi cuerpo sin vida entre los brazos de mi hermano Giacomo. No recuerdo el momento de mi caída ni que paso solo que no sentí nada salvo una paz increíblemente placentera que inundaba mis sentidos y una que luz que lo bañaba todo, mi cuerpo flotaba, me sentí flotar y dejarme ir embriagado de una gran calidez,de una sensación de amor, de paz y de tranquilidad como jamás en mi corta y miserable vida había sentido. Fui feliz, como jamás lo había sido. Mi caída duro segundos, pero aquellos instantes fueron para mi como años-una cantidad de tiempo difícilmente mesurable- . Es complicado explicar lo que se siente cuando sientes que te habla; eres un emisario, un simple mensajero esperando ser empleado.
Aquella fue la primera vez que me hablo, pero no le entendí, fui incapaz de asimilar lo que significaban el cúmulo de imágenes inconexas que vi mientras su luz bañaba mi cuerpo, mi alma. El hecho de no haberlas entendido me hizo pensar que fracase en mi primera misión, pero no fue así, ya que la primera misión era aprender a desligarme de todo lo que me anclaba a la tierra. Vi muchas cosas que no quise y que se clavaron en el alma, que era lo único que me quedaba, lo único en mi que aun era yo, lo único que conservo de la persona que fui, del muchacho jovial con anhelos que murió antes de poder desposarse con la mujer que amaba. La misma a la que vi quitarse la vida en el cobertizo de su ama tras mi muerte. Cuando Viola murió tuve que ver impotente como a pesar de las influencias de su familia, la iglesia no la dejo enterrar en suelo santo.
Muchas veces cuando la recuerdo me pregunto donde estará, me pregunto si algun día la volvere a ver, no sé si esta en el cielo o en el infierno, solo se que cada dia la hecho de menos, y que volveria a morir si con ello tuviera una ultima oportunidad de decirle cuanto la quise, cuanto la quiero, si tan solo pudiera pedirle perdón por no haber podido cumplir mi promesa de hacerla mi esposa y llevarla lejos de su familia. Si solo pudiera volver a ver su sonrisa y decirle cuanto siento no haber podido hacerla feliz, decirle que lo era todo, que lo es todo en mi vida, que ésta nunca tuvo sentido sin ella y que sin ella aun se lo busco; que la amo, que nunca he dejado de amarla por mucho que pasen los siglos. Que la sigo amando como la primera vez , que jamás dejare de quererla, jamás dejare de recordarla y que nunca otra mujer llenara mi corazón. Hoy sigo sin una revelación, aun no sé lo que tengo que hacer, pero ahora eso no me importa, solo me apetece tomar una taza de café y seguir recordándola mientras veo llover en la ventana de mi pequeña casa de las afueras de Lincoln.
Bueno aquí dejo el quinto capitulo con la esperanza de que alguien más lo lea....1 abrazo
ResponderEliminarno te desesperes, poquito a poco se ira sumando gente, yo empeze con 1 y hoy tengo 81, tu sigue asi y veras como alguien más lo lee, aunque no comenten
ResponderEliminar